Las "casas de vecindad", o "corralas", nacen como respuesta a un incremento de la población madrileña durante los siglos XVIII, XIX y XX.
Es, quizá, la más castiza de todas las construcciones de Madrid y, sin embargo, conocemos muy poco de ellas y de su historia. En éste número de Narria, te cuentan algo más de ellas;
Es, quizá, la más castiza de todas las construcciones de Madrid y, sin embargo, conocemos muy poco de ellas y de su historia. En éste número de Narria, te cuentan algo más de ellas;
Además, Madrid tiene su propio museo de la corrala madrileña en pleno centro de la ciudad, el llamado "Centro Cultural La Corrala", del Museo de Artes y Tradiciones Populares de la Universidad Autónoma de Madrid.
El Centro Cultural La Corrala-Museo de Artes y Tradiciones Populares de la Universidad Autónoma de Madrid se ubica en una antigua vivienda de corredor madrileña.
Las corralas fueron una tipología propia del Madrid del siglo XIX, que permitía dar cobijo a las numerosas familias que llegaban de los pueblos a la capital en busca de trabajo. No es casual, que la mayoría de ellas se instalaran en entornos cercanos a fábricas. Aún hoy, Lavapiés, Embajadores y el barrio de La Latina, son las zonas donde mayor número de corralas se concentran, por su cercanía al antiguo matadero y a la Fábrica de Tabacos.
Aunque las tipologías de las viviendas de corredor son variadas, dependiendo de la figura que dibuje su planta, la más característica es aquella que dispone sus corredores en torno a un patio central, dando como resultado una planta en forma de U o de O, si el patio está cerrado por sus cuatro lados. Esta es la tipología de la Corrala de la calle Carlos Arniches, levantada en torno a 1860 en pleno Rastro.
Las corralas fueron una tipología propia del Madrid del siglo XIX, que permitía dar cobijo a las numerosas familias que llegaban de los pueblos a la capital en busca de trabajo. No es casual, que la mayoría de ellas se instalaran en entornos cercanos a fábricas. Aún hoy, Lavapiés, Embajadores y el barrio de La Latina, son las zonas donde mayor número de corralas se concentran, por su cercanía al antiguo matadero y a la Fábrica de Tabacos.
Aunque las tipologías de las viviendas de corredor son variadas, dependiendo de la figura que dibuje su planta, la más característica es aquella que dispone sus corredores en torno a un patio central, dando como resultado una planta en forma de U o de O, si el patio está cerrado por sus cuatro lados. Esta es la tipología de la Corrala de la calle Carlos Arniches, levantada en torno a 1860 en pleno Rastro.
En sus orígenes su planta baja debió servir como galería comercial y parada de carros, junto con viviendas y posadas instaladas en su primera planta y en la zona abuhardillada.
Desde su construcción y hasta los años 90 del siglo XX, la Corrala ha estado habitada. En los últimos años, antes de la rehabilitación, el mal estado de conservación llevó a pensar en su demolición.
Afortunadamente, el edificio fue rehabilitado por el Ayuntamiento concediéndole una nueva oportunidad a un edificio tan singular.
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